Creo que cualquier experiencia es enriquecedora si mantenemos la mente abierta y somos capaces de ver las cosas desde un punto de vista diferente. Yo iba por el Londres lleno de glamour, de museos, de espectáculos artísticos y culturales de primer nivel. Y sí, supongo que Londres sigue siendo eso, pero a mí me tocó conocer otro totalmente distinto.
Permanecí sólo unas horas en el centro de detención, pero pude convivir con aquéllos que son rechazados por leyes y políticas poco dignas del primer mundo. Vi a muchos países representados en algo más de cien personas, originarias de China, Sudáfrica, Portugal, Serbia, Turquía, Italia, y Latinoamérica, entre varios lugares más, permaneciendo unidos y apoyándose unos a otros durante el difícil proceso de volver a casa. Hombres y mujeres que no son delincuentes, pero son tratados como tales, recluídos en estos centros por haber cometido el único crimen de formar parte de la clase trabajadora de un país que no es el suyo.
Así que a pesar de todo el cansancio físico y emocional, regresé satisfecha de mi viaje y agradecida por tener la suerte de haber conocido a estas personas. No pude tomar una sóla foto allá, por eso he tratado de plasmar con palabras lo más detallado posible esta experiencia.
Este post está dedicado a mis amigos Patricio y Paulo, de Tinsley House, que contribuyeron en mucho para hacer que mi corta estancia en UK haya valido la pena.
2 impresiones:
Hola Xani, apenas me ando poniendo al corriente con tu patoaventura, muy lindas fotos, me encanta todo, la narración, todo.
Eso de ser tan terca a veces me sale caro... pero no me quedé con las ganas de ir! En fin, al menos tendré algo más que contarle a mis nietos. Gracias por tu comentario!
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